Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Marcos 1:35
Frecuentemente, Jesús se retira a lugares solitarios para conversar con su Padre Dios. Jesús está tan identificado con su Padre que nos dice: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre. También, los discípulos de Jesús necesitamos mantenernos unidos a Cristo por medio de la oración de tal manera que todos los que nos miren, vean en nosotros a Cristo. Nuestra vida debe revelar el rostro misericordioso de Dios, así como lo hizo Jesús.